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16 de Octubre 2005

Oración para el cese de la guerra

Para estos tiempos tormentosos tanto en nuestro pais, como a nivel mundial, donde cada dia nos vemos mas insensibles ante los conflictos, solo hasta el momento en que estos hechos nos tocan de manera muy profunda, es de vital importancia cultivar en nuestras mentes, un sincero deseo de motivación hacia la apaciguación de la guerra en todas sus expresiones, y por consiguiente desarrollar en nuestros corazones, la compasión infinita hacia los millones de seres que sufren a cada momento por diversos conflictos.

He aquí palabras que dicen la verdad para pacificar los peligros y las guerras.

Una oración de Tang Tong Gyalpo

OM MANI PADME HUM

Gran y amoroso Victorioso (Buda Maitreya), Sublime Ojo de la Compasión,
Airado Victorioso Hayagriva, Tara, Señora de la Pura Ética, y demás seres.
Solamente con oír el nombre sagrado, son eliminados todos los peligros
¡Objeto de refugio, naturaleza de compasión, por favor, prestadme atención!

Seres sensibles de la era de las batallas, seres sensibles de las cinco degeneraciones,
Habiendo explotado el gran océano de karma negativo y de celos, sufriendo debido a las luchas intensas.
Por favor, haced que se seque por la fuerza de la sabiduría y compasión trascendentes,
Dejando caer una gran lluvia de néctar de amor y compasión.

Para los seres migratorios trascendentes cuyo fuego de odio esta ardiendo,
Dejando caer la gran lluvia de néctar de amor y compasión
Reconociendo a todos los demás seres como nuestros padres y madres
Por favor, dadnos vuestra bendición para aumentar la felicidad y auspiciosidad

Que las multitudes de viciosos espíritus malignos,
que entrando en el continuo mental,
lo transforman instantáneamente en la mente de un asura.
Que nunca jamás entren en estas áreas (este país/el mundo).

Pido también que todos los seres sensibles que han muerto en la guerra,
abandonado el karma negativo, causa y resultado.
Incluso después de entrar, que nazcan en el campo de merito (la tierra pura de Amitaba)
y lleven a los demás a esa tierra pura.

Por favor, bendecid a todos los que nacen y mueren (los seres samsáricos)
que vivan largas vidas sin enfermedades, pacificad a todos los que se pelean y luchan,
que gocen de la vida en las diez virtudes, que tengan lluvia de noche y que siempre tengan buenas cosechas.
Que todo el hábitat y sus habitantes sean auspiciosos y aumenten.

Por la realidad ultima que es naturaleza pura,
y poseyendo la realidad ultima, la causa y el resultado, sin traición posible,
y el Guru compasivo, la Deidad que sella la mente y los seres raros y sublimes,
que las practicas extensivas puras sean completadas.

(Oración traducida al español por Jordi y Olga.)

Escrito por Pablo Mayorga a las 1:24 AM | Comentarios (0)

3 de Octubre 2005

El Gusano y El Escarabajo

Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas. El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en movilidad, tenía una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.
El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano. ¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano? A lo que él respondió que el gusano estaba limitado en sus movimientos. ¿Por qué seguía siendo amigo de un insecto que no le regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?

Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir.
Fueron muchas las respuestas que se buscaron en el escarabajo para cuestionar la amistad con el gusano, que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que
el gusano lo buscara.

Pasó el tiempo y la noticia llegó: el gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto esfuerzo, cada día aprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar hasta su lugar de origen.

El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba. En el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a dónde él se encontraba, pasando cerca del nido de los pájaros.

De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida. Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.
El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban.
Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.

El escarabajo aprendió varias lecciones ese día: La amistad está en ti y no en los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo. También entendió que el tiempo no delimita
las amistades, tampoco las razas o las limitantes propias ni las ajenas.
Lo que más le impactó fue que el tiempo y la distancia no destruyen una amistad, son las dudas y los temores propios los que más afectan.
Y cuando pierdes un amigo una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías e ilusiones compartidas en el capullo de la confianza se van con él.

El escarabajo murió después de un tiempo. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal le aconsejó, pues fue decisión propia el poner en manos extrañas su amistad, sólo para verla escurrirse como agua entre los dedos.
Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues estarás poniendo en la vasija rota tu confianza.
Reconoce la riqueza de quien es diferente de ti y está dispuesto a compartir sus ideales y temores, pues esto alimenta el espíritu de supervivencia más que un buen platillo.

La esencia del gusano y el escarabajo se volvió una en el plano que se encuentra más allá de este mundo, volviendo al regocijo que en esta vida habían encontrado.

Este es el final de mi historia, pues siendo TÚ mi amigo no te puedo exponer a una tristeza que no quisiera para mí. No sé si tú seas el gusano o yo el escarabajo, pero seguro que somos distintos y en planos ajenos nos movemos.
Yo, como gusano, te seguiré buscando día a día, y como escarabajo, no me fijaré en limitaciones. Como gusano, omitiré lo grotesco que me puedas parecer. Como escarabajo, haré uso de mis habilidades para servirte.
Dijo la madre Teresa: "Voy a pasar por la vida una sola vez, cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano, debo hacerlo ahora, porque no pasaré de nuevo por ahí".

Escrito por Pablo Mayorga a las 6:45 PM | Comentarios (3)